Aula Animal

Claudio, activista de la sociación italiana Essere Animali, nos cuenta cómo transmiten el respeto animal en los centros educativos y nos demuestran que para hacerlo no es necesario trabajar como docente.

Os dejamos con el relato de Claudio:

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Asistir a los centros educativos es muy importante. Se trata de un trabajo que puede resultar difícil, pero aporta grandes beneficios. Sabemos antes de empezar que parte del alumnado ni siquiera nos escuchará, o no le interesa el tema. ¡Hemos estado en la escuela y sabemos cómo funciona! Pero para aquellas personas que nos escuchan y tienen la mente abierta a nuevas ideas puede resultar una actividad que cambie sus vidas.

En los últimos dos años diferentes activistas de Essere Animali hemos visitado centros educativos de Milán, Bolonia, Florencia, Bari y Brescia. En el año 2016 llegamos a 1200 estudiantes, en 2017 a unos 1000.

Tenemos dos proyectos para estudiantes. El primero consiste en proyectar la película Cowspiracy en diferentes institutos. A veces la ven entre 300 y 400 estudiantes al mismo tiempo. Hace unas semanas la proyectamos en un instituto de Piacenza y acudió el vicealcalde de la ciudad. Después se unió al coloquio sobre respeto animal.

Nuestras charlas sobre derechos animales suelen durar entre una y dos horas. En estas charlas utilizamos fotografías de granjas industriales, así como videos simpáticos que muestran la inteligencia de cerdos y gallinas. Con esto pretendemos mostrar las diferentes caras de estos animales: su inteligencia y capacidad de sentir frente a la horrible vida que tienen que sufrir. Tratamos de no centrarnos demasiado en videos con escenas crueles, y dedicamos más tiempo a escenas amables que posiblemente perdurarán más en su memoria y les ayudarán a cambiar la visión de esos animales.

El mejor momento suele ser al final de la proyección o de la charla, cuando les decimos se sientan libres de coger nuestros folletos u otros materiales. Generalmente todos/as se llevan un folleto de cada tipo para profundizar más sobre lo que hemos hablado. Eso muestra que hemos tocado algo en su interior y podemos irnos a casa felices de saber que hemos sembrado algunas semillas.